Arthur Ravensgar

Arthur Ravensgar nació en el reino de High Gardens, ubicado en la península al este del continente Yorbian. Es el hijo mayor de tres hermanos. A la edad de 12 años, su madre falleció luego de dar a luz a su hermana más pequeña. Esto hizo que su padre cambiara totalmente, volviéndose una persona fría, distante e indiferente. Unos meses más tarde, su padre murió en combate en una guerra contra un reino vecino. Al ser el único hijo varón, todas las responsabilidades y obligaciones recayeron sobre él, convirtiéndose en el nuevo rey a su temprana edad. Esto lo hizo madurar rápidamente. Como rey, juró no volver a permitir que nadie más perdiera su vida en una guerra sin sentido. Por esta razón, se dedicó a establecer la paz con los reinos vecinos a lo largo de los años. Sin darse cuenta y debido a la falta de afecto en su vida, comenzó a adoptar ciertas similitudes con su padre.

Su vida cambió por completo a los 23 años cuando conoció a Janet. Con solo verla, quedó completamente enamorado de ella. Inmediatamente solicitó su mano al rey de Demacia, quien aceptó sin cuestionar, en parte por su propio beneficio. Al principio, ella no estuvo de acuerdo con el matrimonio, ya que ni siquiera lo conocía, pero con el tiempo, se fue enamorando cada vez más. Su amor llegó a la cúspide con el nacimiento de su hijo Michael poco después de que Arthur cumplió 25. Ese fue el día más feliz de su vida y lo celebró con un gran festín en el palacio. Sin embargo, tenía la preocupación de no saber cómo tratar y criar a su hijo.

A medida que Michael crecía, Arthur se distanciaba cada vez más de él debido a sus propias inseguridades y miedos, sumados a la falta de tiempo por las responsabilidades que tenía como rey. Cuando su hijo empezó a mostrar interés por los caballeros y las espadas, no le prestó mucha atención, ya que consideraba que eran cosas de niños y que desaparecería una vez creciera. Sin embargo, perdió el control, abofeteó a su hijo y le alzó la voz por primera vez cuando, a los 13 años, él se escapó de una reunión importante entre varios reinos para jugar con su espada de madera. Pensó que eso lo haría entrar en razón y abandonaría ese estúpido sueño.

Un año después, Michael se presentó ante él, lo miró directo a los ojos y le dijo con firmeza que se iría del palacio para unirse a la Academia de Caballería. La ira se apoderó de Arthur de nuevo, gritándole que saliera de la sala y que no volviera a mencionarle una palabra más sobre ese tema. Después de hacer esto, se sintió terrible y lloró por el dolor que le había causado a su hijo. Posteriormente, tras consultarlo con su esposa, decidieron permitirle que cumpliera su sueño, aunque sin decirle que él había estado de acuerdo.

Cada vez que su hijo le enviaba una carta a su madre, él la leía con considerable emoción y sentía un gran orgullo por todo lo que había logrado. La noticia de la muerte de Jake le trajo recuerdos de su pasado, cuando perdió a sus propios padres, y sabía perfectamente cómo debía estar sintiéndose su hijo. Una vez que Michael regresó al palacio, le pidió a su padre que le encontrara un maestro Nen. Arthur lo hizo en menos de un día para tratar de hacerlo sentir mejor. Cuando terminó su entrenamiento, decidió irse en busca de venganza. A pesar de que no estaba de acuerdo con esta idea, le permitió marcharse y forjar su propio camino.